¿Problema empresarial? ¡gestión de crisis!
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La economía de un país puede verse afectada por situaciones globales, la falta de suministros en ocasiones depende de la ubicación geográfica, la imposibilidad de ofrecer un servicio se debe a la ausencia de un colaborador o proveedor específico, incluso, se cometió un error grave con el cliente.
¿Los ejemplos anteriores te suenan familiares? Si eres empresario consolidado o te encuentras en la fase de emprendimiento, debes saber que todo proyecto empresarial enfrentará retos y problemas que en ocasiones se salen tu propio control.
Dicho lo anterior, existen factores externos e internos que desencadenan problemas en las empresas; algunos de ellos podrás identificarlos como síntomas y otros, como realidades que se presenten sin previo aviso.
Por ello, es importante considerar una gestión de crisis. Ésta se define como el proceso mediante el cual una empresa enfrenta situaciones que amenazan su estructura, reputación o su existencia en el mercado.
Para lograr esta gestión se sugiere planear respuestas contundentes, es decir, generar un plan de acción que permita enfrentar las situaciones adversas cuanto antes. Lo anterior dará como resultado un proceso de solución que también podría replicarse a futuro frente a una nueva adversidad.
En el mejor de los casos, dicho plan de acción o gestión de crisis tendría que definirse antes de la presentación de la crisis o cuando los síntomas comienzan. Para ello, te sugerimos preguntarte cuáles serían las banderas de alerta en cada uno de tus procesos, colaboradores o sistemas empresariales.
Una vez aplicada la gestión de crisis, resulta más que oportuno evaluar los resultados y hacer los cambios necesarios.
La crisis, ¿una nueva oportunidad?
Los expertos en la materia explican que si bien una crisis puede representar un problema grave para las empresas hasta llevarlas a la quiebra si no se aplican acciones contundentes, también son la oportunidad de cambio.
En otras palabras, toda crisis supone un proceso de transformación o metamorfosis que abren paso a una nueva realidad para las empresas. Probablemente, el sistema anterior de las organizaciones no resultaba sostenible y el cambio permite un crecimiento para mejorar. ¡Manos a la obra!