Moda y tradición, dupla de negocio.
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El mercado de la moda mexicana cuenta con múltiples oportunidades, entre ellas, las tradiciones familiares.
Nuestro país, al igual que otras naciones de Latinoamérica, tiene arraigos culturales que se han mantenido durante generaciones enteras.
Estos valores, comportamientos y creencias tienen una rotunda relación con diferentes industrias, por lo que se convierten en oportunidades de negocio que desde la perspectiva emocional encuentran su éxito.
En otras palabras, costumbres redituables. La moda, por ejemplo, representa un sector que tiene puntos altos en sus ventas relacionadas a fechas que son especiales para el mercado nacional o bien, momentos en la vida de las personas que precisamente se acentúan o celebran a partir de las prendas o accesorios.
Entre los hábitos de consumo relacionados a la moda nacional, se encuentran los siguientes ejemplos:
Al nacer: brillo y tradición
La industria de la joyería es un negocio redituable; broqueles, esclavas y dijes suelen ser un regalo más que común en México. Mientras que prendas de ceremonia religiosa como el ropón o el atuendo para la primera comunicación se encuentra en todos los niveles de mercado.
15 años, un vestido mágico
La tradición de festejar los primeros 15 años de las jóvenes mexicanas se ha mantenido con fuerza durante décadas. Grandes vestidos son propuestos por una gran cantidad de empresas en todo el territorio mexicano; sí, una gran oportunidad para hacer negocio.
El compromiso
Anillos, sortijas, solitarios y otra clase de piezas de joyería son utilizados para anunciar el compromiso entre dos personas. Bien, si se considera que además de la tradición, la joyería también tiene un valor por el metal precioso, la inversión termina por hacerlo un concepto y negocio redondo.
Camino al altar
Los vestidos de gala y ceremonia, desde el atuendo de los novios hasta la confección de las damas e invitados especiales, es el ADN de negocio de empresas de todo tamaño.