Drag queens: moda y libertad creativa
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El maravilloso punto de encuentro entre la moda, la belleza y la cultura drag.
Valentina, Bianca Del Rio, RuPaul, Trixie Mattel, Gottmike, Plastique Tiara o la legendaria Divine son algunas de las Drag Queens que a lo largo del tiempo han llenado páginas de prensa especializada, contenidos virales en Tik Tok o reportajes extensos sobre el mágico mundo drag.
Hoy, queremos acentuar su indudable relación con la moda. Para ello, nos adentraremos en puntos que no pueden pasar desapercibidos.
¿El comienzo?
Antes de que el término drag llenara nuestra imaginación de colorido, felicidad e inspiración total, vale la pena recordar que los antecedentes son tan relevantes como distintos.
Por un lado, hombres caracterizados como personajes femeninos en el teatro de antaño (la participación de mujeres estaba prohibida) o incluso la trayectoria del cine mudo.
Por otro, para finales del siglo XIX y durante algunas décadas del XX se enmarcaron bailes clandestinos donde miembros de la comunidad LGBT encontraron un espacio más seguro para divertirse y expresarse. ¿Por ejemplo? La cultura ballroom de Nueva York durante los ochenta.
Impacto en la cultura popular
Los años pasaron y con ello, un cambio social, político y cultural en constante evolución permitió que el mundo drag se posicionara con una mayor naturalidad.
Personajes como RuPaul lograron llegar a las masas y con ello, otros representantes del drag se posicionaron en industrias que incluyeron -sobre todo- el entretenimiento.
Sin embargo, la cúspide de la moda también le abrió las puertas a este movimiento.
Unión con la moda
Para este punto sobra decir que la magia de combinar prendas, colores, siluetas y texturas en una “exageración” inteligente que permite crear estilismos de impacto, generar personajes desafiantes y un discurso de libertad creativa, es parte de la relación entre la moda y el drag.
Algunos de los momentos más icónicos que marcaron un antes y un después en esta maravillosa relación, se encuentra el desfile primavera/verano de 1992 bajo la firma Thierry Mugler. El diseñador invitó a la artista drag Lypsinka; su participación incluyó un maravilloso playback mientras revelaba diferentes atuendos.
También podemos mencionar la constante celebración queer de Jean Paul Gaultier; desde la incorporación de faldas a modelos masculinos hasta la invitación que hizo al personaje Tanel Bedrossiantz en su desfile de alta costura durante 1998, para que luciera un vestido lleno de detalles.
Inspiración actual
Portadas en las grandes revistas de moda, protagonistas de editoriales experimentales y comerciales, los rostros de estrategias de marketing relacionadas a productos de belleza, documentales y series en plataformas digitales, participación en desfiles de moda de alta costura, líneas urbanas y mucho más.
El mundo drag llegó, desde hace décadas, para quedarse.