¿Regresa un clásico?
Con la segunda parte en puerta, El diablo viste a la moda se consolida entre los amantes del estilo.
¿Estereotipos, clichés o fantasía? Son algunas de las preguntas que los expertos de la moda se hacen cuando se habla de una de las películas más exitosas relacionadas con esta industria.
Se trata de El diablo viste a la moda, largometraje dirigido por David Frankel y una comedia que le dio la vuelta al mundo gracias a las acertadas participaciones de talentos de la actuación, entre los que se encontraron la mismísima Meryl Streep o la bella Anne Hathaway.
La trama, para muchos una parodia de personajes que durante años parecieron reinar el universo del estilo, se desarrolla en Nueva York, donde Miranda Priestly, la terrible editora en jefe de la revista Runway se encuentra al lado de una nueva chica: Andrea Sachs (Andy), quien funge como la reciente adquisición para el equipo.
Sin un interés por la moda, Sachs se enfrenta a personalidades difíciles y los retos que rodean el guardaropa, el mundo editorial, los desfiles y la moda en general desde la perspectiva del guión.
La película, estrenada en el año 2006, representó una clara inspiración (y crítica) para Anna Wintour, quien fuese durante décadas la editora general de Vogue en su edición norteamericana.
Con el paso del tiempo, The Devil Wears Prada (título original de este film) se consagró como un clásico de la comedia, pero también como un tema de conversación entre quienes se dedican a la moda desde una perspectiva formal.
Y es que si bien se trata de una película desenfadada, hay quienes no encontraron gracioso que se propiciaran personajes que solo reforzaban los esteretipos de la industria.
Por otro lado, hubo quienes en el debate, aseguraban que también la película fue la oportunidad para tomar con diversión aquello que en la actualidad solo es una fotografía alejada de la realidad.
Sí, sin duda, la moda es más que pretensión y prendas exclusivas, es una industria donde la creatividad, la sustentabilidad y la economía están en el tema de conversación.
Aunque el debate continúa, casi 20 años después está por estrenarse la segunda parte de esta película que pretende sacar una que otra carcajada o incomodar a quienes nunca estuvieron de acuerdo con su trama.
Lo cierto es que el regreso de sus personajes y la suma de diversas personalidades, han generado una expectativa contundente para la taquilla internacional.
¿Seguirá como un clásico? El tiempo nos dará la respuesta.
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