PANORAMA DE LA INDUSTRIA ANTE LA NUEVA NORMALIDAD
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Es evidente que el Covid-19 ha provocado una crisis humanitaria de la cual, la industria de la moda no está exenta, nuestra industria se encuentra en “alerta roja”. Mientras muchas empresas enfrentan un futuro incierto, los trabajadores enfrentan desempleo y serias dificultades. Es por eso que a la brevedad posible debemos encontrar nuestra “nueva normalidad”.
La pandemia que hoy vive la humanidad podría provocar la mayor contracción económica desde la Segunda Guerra Mundial, afectando a todos los sectores, desde las finanzas hasta la hotelería. Se espera que las repercusiones humanitarias duren más que la propia pandemia.
La moda, antes de la pandemia, generaba 2.5 billones de dólares anuales globales, hoy, implica desempleo o dificultades financieras para las personas en toda la cadena de valor, desde quienes cosechan las fibras utilizadas para fabricar textiles hasta los dependientes que venden el producto de moda terminado. Se estima que los ingresos de la industria mundial de la moda (sectores de indumentaria y calzado) se contraerán entre un 27 y un 30 por ciento al cierre del 2020, aunque la industria podría recuperar un crecimiento positivo del 2 al 4 por ciento en 2021.
La pandemia está provocando una crisis y la crisis, evidentemente, está afectando nuestra vida diaria, la ansiedad e incertidumbre están en la mente de casi todo el mundo. De hecho, el pesimismo de los consumidores sobre la economía es generalizado, y el 75 por ciento de los compradores en los E.U. y Europa creen que su situación financiera se verá afectada negativamente.
Es indiscutible que la industria de la moda está apenas al comienzo de su lucha, debemos reconocer que se desconoce la duración y la gravedad al final de la pandemia, ya que esto ha provocado una tormenta para la industria. Una congelación del gasto está agravando la crisis del lado de la oferta; Los cierres generalizados del comercio para una industria que depende de los canales fuera de línea, junto con el instinto del consumidor de priorizar los bienes necesarios sobre los discrecionales, afectan los resultados de las marcas y agotan las reservas de efectivo. Cabe destacar que las ventas en línea van en aumento, entre un 5 y un 20 por ciento en Europa, entre un 30 y 40 por ciento en Estados Unidos y entre un 15 y 2 por ciento en China.
El sistema moda vive múltiples cambios que lo llevarán a la “Nueva normalidad” y habrá que adaptarse a dos temporadas y no ha cuatro como venia sucediendo, además de que tomará importancia el diseño sin temporadas y el declive del comercio mayorista. Aunque en este momento no lo parezca, el coronavirus también presenta a la moda la oportunidad de restablecer y remodelar por completo la cadena de valor de la industria.
Navegar por esta incertidumbre no será fácil para los líderes de la moda. Los protagonistas de esta industria deben poner de inmediato en marcha estrategias de recuperación para emerger con energías renovadas. Esta crisis que está sacudiendo a la moda, es un indicador para que cambie; este es el momento de prepararse para un mundo posterior al Covid-19.