Diseñar para soñar

Alberto Rodríguez, el consagrado diseñador de alta moda abre su corazón.

En 1989 fundó una casa de modas que lleva su nombre. Desde entonces, infinidad de mujeres nacionales y extranjeras han lucido sus diseños, incluyendo celebridades, modelos y figuras sumamente reconocidos.

Es Alberto Rodríguez, un jalisciense que ha forjado una trayectoria sólida. Fiel a su estilo y convicciones, hoy comparte más sobre su pasión, visión y opinión del panorama actual sobre la industria de la moda mexicana.  

Eres uno de los diseñadores más consagrados de nuestro país. ¿Cómo describes todo este tiempo en la industria de la moda?
“Como una gran aventura, donde aprendí a conocer mejor a la mujer, a leer entrelíneas, aprendí a desafiar las leyes del corte y la gravedad de los tejidos, a construir desde la base ergonómica e histórica y evolucionar la idea de una nueva forma, conocí un medio difícil y complicado pero lleno de satisfacciones. También aprendí a trabajar en equipo y reforzar mi sentido de ofrecer y servir a los demás a través de mis manos”.

¿Quiénes han sido tu inspiración principal?
“En un inicio Gianfranco Ferré, Dior, Christian Lacroix, John Galliano y Elie Saab en orden cronológico”.

Tu propuesta incluye vestidos de noche, preciosos atuendos de novia o XV años. ¿Qué es lo que más disfrutas diseñar?

“Tener el tejido en mis manos sin restricción de cantidad, frente a mi maniquí de modelado y con mantas comenzar a construir; en mi mente existe la idea y evoluciona poco a poco. No trabajo con figurines, soy diseñador autodidacta y siempre trabajo así en mis colecciones al público. Cuando diseño para clientes en particular, sí plasmo en papel para que los dos veamos la misma idea”.

En tu propia experiencia, ¿qué busca y encuentra una mujer en los vestidos de Alberto Rodríguez?
“La oportunidad de llevar algo que le haga lucir una mejor silueta, que le ofrece la oportunidad de atraer miradas y de destacar ante los demás, y sobre todo la confianza de que su vestido estará a tiempo y en condiciones acordadas previamente, un producto de gran valor en un espacio de confianza”.

¿Cuáles consideras que son los sueños de este tipo de mercado femenino cuando llegan a tu boutique?
“Definitivamente es destacar, salir al paso de un evento común, se resuelve en cualquier departamental; destacar en un gran evento es más complicado y ellas lo saben y le invierten tiempo y dinero para lograrlo”.

Esos sueños, ¿representan un compromiso o responsabilidad para ti y tu equipo?
“Esa es la base de nuestra esencia para estar aquí, disponibles a quien lo necesite, saber entender, escuchar y ofrecer es el primer paso. Cuando ellas encuentran una prenda o ven en papel eso que buscan, nos eligen. Obviamente el concepto de estilo de nuestro trabajo define el perfil de nuestros clientes, aunque diseño para todas las mujeres; sin quererlo, el estilo prevalece y vendrán quienes se sientan identificadas con él”.

¿Qué consejo le darías a diseñadores que desean seguir tus pasos dentro del mercado de alta moda?
“Formarse minuciosamente en la academia, prepararse y practicar, aprender que un cuerpo es un objeto que se mueve y que lo que diseñes sea cómodo, pero bello y original. Mucho trabajo en taller, experimentar y probar hasta construir tu estilo y modo de trabajo.

No existe un modo único, cada quien construye el propio. Hoy la industria está en un momento complicado con internet y China, el talento y una buena mano siempre será reconocible y valorado, es humana y sensible, y eso los comercios globales e industriales no podrán hacerlo, porque el origen es humano, sencillamente porque es artesanía de lujo”.

Finalmente, ¿qué viene para Alberto Rodríguez en el resto del 2024?
"Estamos preparando nuevas propuestas y diseñando el concepto de campaña y estilo con todo detalle.

También es importante comentarte que sigo tan entusiasmado como el primer día, y que también es cierto que me siento cansado pues físicamente el cuerpo no da lo mismo que hace 35 años atrás. Estoy contento y satisfecho del camino transcurrido, una reputación sana con ambiciones de hacer otras cosas distintas a la moda, más personales y a un ritmo más humano, pero por mientras y lo que quede ¡a disfrutarlo hasta el último minuto!"